Se considera como uno de los alimentos más saludables que se pueden incluir en la dieta por su aporte nutricional y beneficios para el cuerpo.
MEJOR CON SALUD
La papaya es una fruta tropical originaria de México y América Central. Actualmente es cultivada en muchas otras regiones del mundo.
Se considera como uno de los alimentos más saludables que se pueden incluir en la dieta por su aporte nutricional y beneficios para el cuerpo.
Se compone de azúcares de absorción rápida que, tras ser ingeridos, suponen una fuente de energía para el organismo.
Además, es muy baja en calorías. También, contiene grandes cantidades de vitaminas, minerales y enzimas que participan en multitud de funciones importantes para la salud.
La papaya aporta vitaminas y minerales
Es una fuente significativa de vitaminas con poder antioxidante como es el caso de la vitaminas A, C y E.
También aporta vitaminas del complejo B y minerales esenciales como potasio, magnesio y cobre. Estos nutrientes apoyan la regeneración celular y ayudan a prevenir los estragos que se derivan de la acción negativa de los radicales libres.
Mejora la salud digestiva
El alto nivel de fibra que contiene esta fruta la convierte en una de las más indicadas para mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.
De hecho, una porción de este alimento llega a satisfacer hasta una cuarta parte de la ingesta diaria de fibra dietética. Esta la requiere el organismo para trabajar en óptimas condiciones.
Al incluirla en la alimentación diaria se consigue una correcta desintoxicación digestiva y se mantiene el movimiento adecuado del intestino.
Apoya la digestión de las proteínas
Continuando con el beneficio anterior, es importante destacar que tiene la capacidad de mejorar la digestión de las proteínas.
Esto se debe a su aporte de una enzima llamada papaína que facilita su destrucción sin alterar la flora bacteriana que protege los intestinos.
Reduce la inflamación
La papaína y otra enzima conocida como quimopapaína ejercen una acción antiinflamatoria en el organismo. También disminuyen el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Estas virtudes se pueden aprovechar como complemento del tratamiento de problemas asociados a la inflamación como es el caso de la artritis reumatoide, el edema o la gota, entre otros.
Fortalece el sistema inmunitario
La vitamina A y C que contiene la papaya en cantidades generosas son útiles para fortalecer el sistema inmunitario. También evitan el desarrollo de infecciones.
Su consumo regular crea una barrera protectora contra los virus y las bacterias que provocan resfriados, gripe y otras enfermedades respiratorias.
Protege la salud visual
Esto es gracias al betacaroteno, un antioxidante presente en la papaya. Este componente protege la salud visual y ayuda a prevenir trastornos como la degeneración macular y las cataratas.
Tres raciones de fruta al día potencian la salud visual y disminuyen los riesgos asociados con la acción de los radicales libres.
Evita la formación de coágulos
Los coágulos de sangre pueden disminuir la circulación y obstruir las arterias. De hecho, en casos graves pueden desembocar en el desarrollo de un ataque cardíaco o derrame cerebral.
Por fortuna, la papaya contiene una sustancia llamada fibrina que mejora el flujo sanguíneo y disminuye la coagulación.
Combate el estrés
Una pequeña porción de papaya al día no solo garantiza una buena salud estomacal, sino que reduce las probabilidades de padecer estrés.
La vitamina C frena la producción de cortisol y además ayuda a incrementar la sensación de bienestar.
Es buena para la piel
Los compuestos activos que contiene esta fruta se han utilizado en la cosmética para la fabricación de cremas, mascarillas y también productos para el cabello.
Se destaca por su aporte significativo de vitamina E. Este es un antioxidante que detiene el daño celular para impedir la formación de arrugas prematuras.
También se aprovecha su betacaroteno para conseguir una piel más uniforme, suave y libre de manchas. Tanto la vitamina C como la E incrementan la producción de colágeno y además contribuyen a mantener el rostro firme y joven.
Por otro lado, sus aceites esenciales retienen la humedad natural y disminuyen los síntomas de trastornos como el eccema y la psoriasis.
Estas bondades pueden obtenerse mediante su aplicación tópica, o bien, ingiriéndola sola o también en batidos.
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